Año 1978, casting de Mad Max. Un totalmente desconocido Mel Gibson entra en escena con la cara magullada después de haber participado en una pelea durante la noche anterior. El papel, lógicamente, fue suyo y la leyenda urbana de la película australiana más rentable de la historia comenzó a tomar forma. A partir de ahí, dos secuelas más, otra en camino y un mito sobre ruedas para todos los amantes del motor: el Ford Falcon Interceptor.
El largometraje postapocalíptico cuenta la historia de Max Rockatansky (Gibson), un policía al margen de la ley que emprende la venganza contra un grupo de pandilleros sobre ruedas que mataron a su familia. Para ello, cobra especial importancia su coche “Interceptor” negro, un Ford Falcon XB GT Coupé del 73 adaptado para la ocasión. El espectacular vehículo, del que apenas se fabricaron 1000 unidades en Australia, contaba con un motor Ford Cleveland 351 V8 capaz de alcanzar los 100 km/h en 8’1 segundos y una velocidad máxima de 194 km/h.
Aunque el indicador en la película marcaba los 600 caballos, lo cierto es que eran de cara a la galería y “apenas” alcanzaba los 300 reales. Y es que son numerosas las modificaciones que sufrió para conseguir su demoníaco aspecto, como un supercargador decorativo Weiand 6-71 sobre el capó o un frontal tipo Concorde.
Sin embargo, muchos son los autos que pasan por la pantalla en la trilogía de Mad Max. dejamos la lista completa con los más destacados a continuación:
Ford: XB Falcon Coupe, ZG Fairlane, Ford Customline, XK Falcon Ute, XK Falcon Sedan, XK Falcon Wagon, Landau, Ford F100.
Chrysler: VF Valiant, VH Valiant Coupé, Valiant Charger.
Chevrolet: Chevy Impala, Chevrolet 1934, Chevrolet 1936, Chevy Holden Monaro.
Varios: Buick Riviera, Lincoln Continental, Pontiac GTO 1969, Mazda Bongo Van.